Lucas y la magia

Había una vez un niño llamado Lucas, de 5 años, que solía portarse muy mal con sus padres. No obedecía, hacía berrinches y siempre decía que no creía en los Reyes Magos. A pesar de los intentos de sus padres por inculcarle la magia de la Navidad, Lucas se mostraba terco y desafiante.

Llegó el día de Reyes, y mientras todos los niños esperaban emocionados la llegada de los tres sabios magos, Lucas simplemente se encogió de hombros. Sus padres intentaron explicarle la tradición y la importancia de creer en la magia de esa noche, pero él se mantuvo escéptico.

Esa noche, mientras Lucas dormía, algo mágico sucedió. Los Reyes Magos, conmovidos por la incredulidad de Lucas, decidieron darle una sorpresa. Dejaron un regalo especial en su habitación: un pequeño cofre dorado lleno de estrellas centelleantes y una carta que decía: "La magia existe para aquellos que creen en ella".


Lucas se despertó sorprendido al encontrar el cofre dorado en su cama. Abrió el regalo y quedó maravillado al ver las estrellas centelleantes. La carta le tocó el corazón, y comenzó a entender la importancia de creer en la magia y en los sueños.

Desde ese día, Lucas cambió. Se disculpó con sus padres por su mal comportamiento y prometió ser un niño más cariñoso y respetuoso. También, decidió que creería en los Reyes Magos y en toda la magia que la Navidad tenía para ofrecer.

A medida que pasaron los años, Lucas se convirtió en un niño generoso y amable, siempre dispuesto a compartir la magia de la Navidad con los demás. Cada año, esperaba con emoción la llegada de los Reyes Magos y sabía que la magia existía para aquellos que tenían un corazón lleno de amor y creencia.

Y así, Lucas aprendió que la magia de la Navidad y la bondad en el corazón van de la mano, y que creer en los sueños puede hacer que los milagros se hagan realidad.

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